José Naranjo, natural de Cantillana, da a conocer el cartel que anuncia la Fiestas Patronales.
El primero de los capítulos de las Fiestas Patronales de 2017 ha tenido como protagonista a José Naranjo, autor del cartel anunciador de las Fiestas. Una obra que se dio a conocer en la noche de este viernes en un abarrotado centro cultural Convento la Merced y que está realizada en técnicas mixtas, conjugando acrílico, óleo, grafito y panes metálicos oro y plata. Se ha usado la madera como soporte y mide 90 centímetros de alto por 60 centímetros de ancho.
En su explicación, el artista de Cantillana detalla que “he decidido tomar el retrato de la Patrona como principal reclamo de unas fiestas extensas y llenas de particularidades casi imposible de unificar y representar en unas imágenes, considerando que la Virgen en su portentosa efigie sintetiza de forma sencilla el verdadero sentido y motivo de las mismas. En la Virgen comienza y acaba un septiembre festivo y lleno de piedad popular hacia la devoción de los Alcores. Conocedor de la devoción de todo un pueblo hacia su patrona, he pretendido no solo anunciar unas fiestas, sino más bien contribuir a la transmisión de su devoción presentando a la Virgen con pose solemne, regia, con unción para que llame incluso a la oración en cada rincón donde se coloque este cartel”.
En el plano de fondo, junto a la Virgen, se puede leer la siguiente jaculatoria con letras levemente contrastadas: “Soberana reina nuestra, de este pueblo la ilusión, a Jesús tu hijo nos muestras en la celestial mansión”. La imagen de la Virgen queda ocultada en parte por una silueta con perfiles de nardos que evoca a las grandes y características esquinas de flores que decoran el paso de la Patrona cada 12 de septiembre. Este plano sintetizado cromáticamente en la blancura del nardo se une a una franja plana inferior y crea un espacio neutro donde queda ubicada la tipografía del cartel. Las letras juegan un papel fundamental en la composición y cromatismo del cartel. “He usado una tipografía amplia, sencilla y de perfiles rectos, disponiendo las palabras de forma asimétrica, rasgo enfatizado por la deformación o alargamiento de algunas letras, con la intención de crear una retícula visual de color, inspirado en el efecto que se produce en las citadas esquinas de nardos del paso de la Virgen tras recibir las numerosas petaladas durante su recorrido”, añade.
Naranjo apunta que “entre dos planos de tonos neutros con colores agrisados y blanquecinos se recorta la silueta de la imagen de Santa María del Alcor entronizada en su característico sillón sustentada sobre media luna, volátil y sin punto de apoyo. La Virgen se sitúa girada en tres cuartos y desplazada sobre la izquierda, de forma que la imagen del Divino Infante queda situada justo en el centro de la composición. Ambas imágenes se presentan ataviadas solo por las piezas de orfebrería de la coronación canónica, como símbolo y testimonio de tal reconocimiento. El oro de las coronas, cetro y media luna, junto a los estofados de la talla, se han materializado en pan de oro, material y técnica muy usual en mis obras, que en esta ocasión he reservado exclusivamente a las citadas piezas, lo cual aporta realidad a la imagen y confiere protagonismo a la preseas. El resto de la obra, tanto el fondo como las imágenes, están pintados con acrílico y óleo, usando especialmente en el traje de la imágenes numerosos registros y grafismos para su factura. En cuanto al color de las mismas, me he permitido ciertas licencias, sobre todo en la leve superficie azul sobre la que se sustenta la Virgen, haciendo alusión al característico color que tanto la define”, finaliza.