Técnicamente es una cesión global de activos y pasivos de la sociedad mercantil Gusam. Es lo que va a aprobar este jueves el Pleno en el que será con todo pronóstico uno de los puntos con más debate.
Aunque desde el Ayuntamiento se habla de “una imposición legal” en referencia a “la ley de racionalidad y sostenibilidad del año 2012 que nos obligaba a los ayuntamientos a liquidar todas aquellas sociedades o empresas municipales que no pudieran gestionarse con medios propios, es decir, que fueran deficitarias y necesitaran de inyección económica del ayuntamiento para mantenerla como es este caso”, señala la alcaldesa Anabel Burgos, quien añade que “solo atendemos a cuestiones legales y nos vemos obligados a hacer esta liquidación”, de la que, recuerda, “llevamos casi dos años realizándola ya que es muy tediosa y hay que hacerla muy detenidamente porque la gestión de Gusam es una gestión amplia que nos vemos obligados a asumir desde el Ayuntamiento. Este cumplimiento de la legalidad tendría que haber sido efectivo el 31 de diciembre de 2015 y fue en el mes anterior cuando se aprobó la liquidación de esta empresa por una cuestión meramente legal”, indica.
En una entrevista a este medio, el propio delegado de Urbanismo, José Antonio Falcón, se manifiesta en un mismo sentido y espera que este jueves “el debate no tenga un tinte político, no es por ningún tipo de animadversión, es una imposición legal que el Ayuntamiento tiene que cumplir” y detalla que se ha optado, técnicamente, por una disolución sin liquidación, por lo que “todo Gusam llega al Ayuntamiento, con sus activos y pasivos, y ahora cada área del Ayuntamiento tiene que ir haciendo los reajustes que san necesarios”, finaliza.