La hermandad de Jesús Nazareno completó su estación de penitencia acortando su camino por calle Pintor Juan Roldán y a causa de la lluvia, la misma que hizo que la salida del cortejo se retrasara en algo más de una hora.
Una mañana de Viernes Santo atípico, con menos tiempo del programado y deseado por la cofradía de los Nazarenos de El Viso en la calle pero que, a causa de la lluvia, siempre intermitente, pero que acabó haciendo acto de presencia, dejó estampas para el recuerdo.
Porque para la historia quedará el paso del cortejo por la calle Pintor Juan Roldán, por donde decidió acortar su camino la Junta de Gobierno que preside Javier Bonilla. El reloj marcaba las doce del mediodía. Entonces llovía y la cofradía trascurría, a un paso más acelerado, por calle Rosario. Antes de que esas nubes descargaran, se había resuelto no pasar por La Recovera y tomar por Colón una vez el saludo a la capilla del Rosario, pero no fue posible.
En ningún momento la cofradía se descompuso y eso que ha sido una jornada especialmente accidentada en lo meteorológico. Amaneció con lluvia. No de mucha intensidad, incluso intermitente, pero suficiente para que la hermandad de Jesús Nazareno decidiera retrasar el inicio de su estación de penitencia. De las 8.30 horas, como estaba previsto, se pasó a casi las diez de la mañana, reviviéndose estampas de los años sesenta del pasado siglo, cuando la cofradía también salió a la calle a esa hora.
Cuando el agua remitió, la puerta de la iglesia conventual se abrió y los nazarenos del Señor de El Viso comenzaron a salir a la calle ante el aplauso del mucho público que se agolpó en calle Convento para presenciar una de las estampas que caracteriza a nuestra Semana Santa. El milagro volvió a obrarse, no exento de dificultad. Poco después, en el Monte Calvario, se repitió el Sermón de Jesús que se recuperó en 2014.
Un cortejo que este Viernes Santo le ha hecho un guiño al 800 aniversario de la Orden de La Merced, que se celebra en este 2018, y que fue la fundadora de esta hermandad señera en la localidad. Por ello, la Virgen del Mayor Dolor ha lucido la corona de plata de la Virgen de la Merced, titular de la cofradía, y el Señor de El Viso ha lucido su túnica bordada y con el escudo mercedario que impusiera el padre Mario Alonso en el cierre del Año de Jesús Redentor.
La cofradía se recogió en su totalidad alrededor de las tres de la tarde, hora prevista en su programa, pero con una distancia recorrida menor de la acostumbrada cada Viernes Santo, que ya pasa a la historia por haber dejado momentos inéditos.