La Semana Santa de El Viso se despide por el camino más corto

Así se ve desde el interior de la parroquia la salida del Cristo del Amor.

La hermandad Sacramental de Los Dolores también acortó su itinerario ante la amenaza de agua que acompañó a la cofradía alrededor de la medianoche.

Por la noche, como por la mañana. El Viernes Santo fue de incertidumbre de principio a fin. Pese a ello, la hermandad Sacramental de Los Dolores se puso en la calle a las siete en punto, aunque antes de que se abrieran las puertas de la Iglesia, Juan Guillermo Bonilla, que se estrenaba en esta Semana Santa como Hermano Mayor de la cofradía, comunicaba a sus hermanos que no se subiría al Monte Calvario dado el fuerte viento que hacía y que había posibilidad de que el agua apareciera a partir de las once de la noche pero que todo estaba “estudiado y preparado”. Y así fue.

Ante la amenaza inminente conforme avanzaba la noche, la cofradía, ya en la calle, decidió acortar su camino por calle Colón, dejando de nuevo estampas para el recuerdo con el discurrir de la cofradía por este enclave de la localidad. El cortejo, en el que figuraba por vez primera el estandarte sacramental del siglo XIX, fue todo un ejemplo de compostura y saber estar y sobre la media noche, la Virgen de los Dolores, en el centenario del manto de ‘Las Palomas’ y a los sones de la banda de Lebrija, regresaba al templo parroquial, cinco horas después de que todo comenzara, con una primera chicotá del Cristo del Amor a los sones de ‘El Amor de Cristo’.

La Semana Santa de El Viso se ha despedido entre la incertidumbre y las prisas, pero ha dejado un Viernes Santo para el recuerdo y una Semana Mayor con todas las cofradías por nuestras calles. Ahora toca nuevamente iniciar el contador y esperar a un 14 de abril de 2019, Domingo de Ramos.