A diferencia del Miércoles Santo, sí llovió, por momentos con bastante fuerza, pero, en cambio, la jornada sí fue plena de cofradías en El Viso. Es más, por las inclemencias meteorológicas, Vera Cruz y Rosario retrasó su salida en 90 minutos, entrando la cofradía algo más tarde de su horario habitual (unos 30 minutos la cruz de guía). Ello posibilitó que durante muchos minutos hubiera tres pasos en las calles visueñas, porque a su hora prevista (00:05), La Piedad iniciaba su estación de penitencia desde calle Albaicín.
Por la capilla del Rosario se tuvo claro desde el principio. Los partes indicaban una mejoría considerable a partir de las ocho de la tarde y la Junta de Gobierno que preside Francisco Manuel Jiménez solicitó un compás de espera de hora y media. Y a las 20:30 horas, la cofradía se ponía en la calle manteniendo su recorrido salvo el paso por las calles Calvario y Jesús Nazareno. En su lugar, se tomó por calle Carmona, recuperándose así casi una hora de ese tiempo de espera. Ninguna de estas medidas de emergencia alteró el paso habitual de la cofradía en su estación de penitencia, contemplándose por vez primera en la calle el dorado de la frontal de la canastilla del paso del Señor de la Vera Cruz en un 2019 en el que se cumple el 75 aniversario de su ejecución por Navía Campos.
La Virgen del Rosario pasaba por calle Albaicín minutos antes de que las puertas de la casa hermandad de La Piedad se abrieran para que diera comienzo la Madrugá visueña. Del júbilo al silencio y la sobriedad, al toque de campanas del muñidor. Son sonidos de esta cofradía de negro que por segunda Semana Santa procesiona con la nueva imagen del Señor de la Buena que tallara Darío Fernández. Para la ocasión, además, la Virgen de la Piedad estrenaba manto liso y saya bordada en terciopelo azul. El misterio llegaba a la capilla del Rosario poco después de la entrada de la Virgen del Rosario a los sones de Campanilleros. No hubo tiempo ni para cerrar las puertas de una renovada capilla. Y a las tres de la madrugada se recogía en calle Albaicín el paso de La Piedad. Plenitud en la jornada más maratoniana de la Semana Santa visueña y que, pese a la lluvia caída durante la tarde, sí pudo ser plena de cofradías.