Este domingo El Viso se echó a las calles para acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno en el Vía Crucis General del Consejo de Hermandades y Cofradías. A las seis menos cuarto de la tarde partía el cortejo del Convento del Corpus Christi con un nutrido número de hermanos y devotos acompañando con velas. Tras la celebración de la Santa Misa a las cinco de la tarde, presidida por los sacerdotes de la localidad, y donde estuvieron presentes los distintos hermanos mayores de las cofradías visueñas, así como representación municipal y los pregoneros de Semana Santa y Glorias, quienes procedieron a dar lectura a las dos primera estaciones del Vía Crucis.
Una abarrotada calle convento esperaba al Nazareno que salía con los rayos de sol de una tarde primaveral y luciendo la túnica de terciopelo de Lyon, las potencias de las flores de lis y la corona de espinas de plata, la más antigua de cuantas coronas de espinas posee y portando la Cruz plana de caoba de 1846, que ha sido restaurada para la ocasión por un hermano.
También lució algunos estrenos que se pudieron ver sobre el cíngulo, el fijador de la amatista y el broche del Ave María, que fueron ofrecidos respectivamente por la Hermandad Sacramental de los Dolores y la Hermandad de Santa María del Alcor con motivo del CCCL Aniversario de su imagen. Además de estos broches, el Señor de El Viso portó la medalla de oro de la Villa de El Viso, que posee el Señor desde el año 1995, y la insignia de plata de la Orden de la Merced, que le fuera impuesta con motivo del Año Jubilar Mercedario.
