Solano ha emitido un comunicado para mostrar su rechazo a la burbuja de los parques fotovoltaicos. Hace saber que el colectivo sí es partidario “del desarrollo de las energías renovales” pero no mediante un sistema “oligopólico y despilfarrador que favorece la corrupción y el abuso tarifario, al tiempo que despilfarra gran parte de la energía producida en su traslado”, apunta en el escrito.
Centrándose en la comarca de Los Alcores, avanza que la extensión de estos parques gigantes “y sin planificación” supone “una amenaza contra nuestro patrimonio ambiental” y pone como ejemplo Carmona, donde se van a implantar 32 parques fotovoltaicos en dos años. “Se cambiará la agricultura por las renovables”, se indica, tras ser concedido “cuatro mil hectáreas agrícolas para placas”.
Solano indica que Alcalá y Mairena “también sufrirán sobre su paisaje y sobre sus campos el impacto de tantas placas concentradas, porque en esas tierras no se va a poder cultivar nada, se va a abusar de los herbicidas para que las hierbas no tapen paneles, va a afectar a especies amenazadas como va a ocurrir en la Dehesa de Bucaré, zona de alto valor medioambiental, va a suponer una fragmentación del territorio y un gran impacto visual”.