Ángel Calabuig agranda las Fiestas de la Santa Cruz con un extraordinario pregón

Con un brindis por la vida que a su vez fue todo un merecido homenaje y un sentido recuerdo a su tío Teodoro González, recientemente fallecido, haciéndolo extensible también a todos los demás seres queridos que esta pandemia nos ha arrebatado. Así empezó Ángel Calabuig su extraordinario pregón de las Fiestas de la Santa Cruz, un texto de amor infinito a su familia, a su pueblo y, como no, a sus Fiestas más antiguas, a las que este viernes pregonó cumpliendo así un sueño.

La noche en la caseta municipal fue un carrusel de emociones. Hubo momentos para las risas y también para las lágrimas. Y todo adornado por una cuidadosa selección musical de fondo y un toque flamenco liderado por Segundo Falcón. Para la historia de los pregones de las Fiestas quedará la composición que Calabuig hizo nombrando a todas las casetas del recinto de La Tablá.

No faltaron las anécdotas, siendo la más tierna cuando el pregonero hizo a los presentes cantar el cumpleaños feliz porque también un 6 de mayo, pero cuatro años atrás, llegaba al mundo el primero de sus dos hijos y al que le hizo ver que “toda esta gente ha venido aquí a la fiesta de tu cumpleaños”.

Para su presentador, Juan Pedro de los Santos, cambió las palabras por el himno que les une durante los días de las Fiestas, el himno de la caseta que comparten, la de Echa Vino Montañés que lo paga Luis de Vargas. Un himno que el pregonero cantó mientras tocaba la guitarra.

Un texto que ensalzó nuestras Fiestas de la Santa Cruz y que fue todo un canto a la alegría y a la vida, a la amistad y a la unión y también a las señas de identidad de un pueblo que no cambiaría por nada el pregonero, ni siquiera por la gigantesca Londres que lo acogió por unos años. Su palabra y su talento en el atril abren el camino a la gloria. La espera, pregonero, ha merecido la pena.