La Plataforma Visueña por la Sanidad Pública ha convocado una manifestación para este jueves 6 de junio a las ocho de la tarde. Una protesta que irá desde la Plaza de Abastos hasta el propio centro de salud de El Viso del Alcor. Desde el colectivo se hace un llamamiento a la población porque se quiere exigir con esta concentración el fin de las listas de espera en Atención Primaria y una mejor atención telefónica en el propio centro de salud.
Desde la Plataforma se entiende que «el deterioro creciente de la sanidad pública es un proceso programado intencionadamente para favorecer a la sanidad privada y viene marcado, fundamentalmente, por la falta de contratación de empleados sanitarios públicos, lo que se traduce en dificultad para coger citas tempranas de atención primaria, crecimiento de las listas de espera para especialistas o para intervenciones quirúrgicas, congestión de las urgencias, pérdida de la continuidad asistencial, menor esperanza de vida, etc.».
En Andalucía, continúa el escrito, «esta falta de personal se ve incrementada porque la administración ofrece a los profesionales sanitarios, en muchos casos, contratos precarios. De ahí que seamos la comunidad autónoma con menos médicos por habitantes y casi con menos enfermeras, exceptuando a Murcia. Lejos de solucionar estos déficits, cada año faltan más profesionales a pesar de que hay plazas vacantes y personal disponible que termina optando por trabajar fuera. Y no siempre es una cuestión de recortes o falta de presupuesto, porque en más de un ejercicio se deja dinero presupuestado sin gastar y, en otros casos, se trasvasa dinero público a conciertos con hospitales privados que resultan más caros y de peor calidad».
En este contexto, se indica desde el colectivo, hay un hecho que «nos irrita especialmente a los usuarios y es la dificultad para que nos cojan el teléfono en el centro de salud. Aunque existen varios números de teléfonos a los que pueden llamar los ciudadanos, según la información publicada sobre el centro de salud, resultan totalmente infructuosos los intentos de contactar con dicho centro». Esta realidad supone «una burla y un fraude a la ciudadanía indignante, porque aunque, en teoría, existe un servicio telefónico para atender a la ciudadanía, de facto, este servicio es inexistente».