La Hermandad de Jesús Nazareno hace un balance positivo de los cultos cuaresmales al Señor de El Viso, que en este Año Jubilar de la Esperanza ha tenido el mejor broche posible: un multitudinario Vía Crucis al Calvario con la imagen del Nazareno en unas andas formada por la canastilla de su antiguo paso procesional, obra del maestro Lopa.
Nuestro Padre Jesús aparecía acompañado por la imagen del Cirineo sobre un monte agreste adornado con flores en tonalidades moradas y estrenando las nuevas potencias de plata de ley chapadas en oro, regalo reciente de una familia de hermanos. Por su parte, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso recibía a los fieles en la capilla desde un elegante altar que presidía en compañía de San Juan Evangelista.
La hermandad agotó pronto las 500 velas que dispuso para formar el cortejo que abriría paso al Señor. A la hora prevista y por el itinerario anunciado salió el Señor camino del Calvario, arrastrando consigo una marea de piedad popular que lo acompañó en todo momento durante el rezo de las estaciones. Terminado el ejercicio y una vez bendijo a su pueblo desde lo alto del Calvario, Nuestro Padre Jesús Nazareno emprendió el camino de vuelta atravesando las abarrotadas calles que esperaban su paso.