Al encuentro para el café llega con carpeta en mano. En su interior, unas fotografías de algunas galas de Miss Viso que organizó en la década de los sesenta del pasado siglo la Peña Cultural. También unos documentos con los que quiere constatar un parentesco de una familia visueña con José Ferrero ‘El Montañés’, que le da nombre a una de las casetas del recinto ferial.
Es José María López, socio fundador de Amigos de El Viso. Un visueño al que desde pequeño le ha encantado conocer historias de su pueblo. “En mi casa siempre se han contado historias. En cada comida la conversación era sobre costumbres y tradiciones. Y yo desde pequeño me pegaba a las tertulias de mayores”, detalla.
Así se aficionó a tomar nota de la crónica social de El Viso, y luego sus distintos trabajos le ayudaron a conocer a “muchas familias y personajes” de la localidad. Fue cartero durante catorce años “y allí Nicasio de los Santos, que era cartero rural, me enseñó muchas historias sobre la Guerra Civil en El Viso”. Y más tarde como notario “muchas familias depositaban su confianza en mi persona” y también aprendió “otras historias”. Además, durante 25 años estuvo en Cáritas Parroquial, “y viví de cerca los problemas reales de muchas familias”, apunta.
Historias, anécdotas, curiosidades… todo un archivo que conserva en su vivienda y que da para publicar más de un libro. “Si una persona mayor muere es como si arde una biblioteca”, apostilla. Por eso también está rematando el primero de ellos con la historia de El Viso a través de sus calles y plazas. Como adelanto, que la calle Juan XXIII transformó El Viso después de la Guerra Civil. “Hasta antes de la guerra no se había hecho ninguna calle nueva”, recuerda.
A sus 71 años sigue recopilando fotos y documentos. Y profundizando sobre personajes de El Viso. Rápidamente recuerda al Tío Pinto, que da nombre a otra calle y del que habla “que era un pinturero, vestía bien, tan pronto estaba rico como pobre y enredaba a todos”. No hay más de tres frases seguidas sin que suelte una anécdota o saque una curiosidad. Así es José María López, un contador de historias que ha hecho de su afición un elemento imprescindible para conocer la sociedad visueña a través de sus calles y personajes.