Jornada marcada por el buen tiempo y el mucho público que se echó a la calle.
Un Miércoles Santo espléndido. La cofradía de Jesús Cautivo y la Virgen de la Amargura procesionó por las calles de El Viso y lo hizo, al principio de su recorrido, bajo un sol radiante en un día que fue más veraniego que primaveral.
El Señor Cautivo volvía a salir con su túnica color burdeos y la Virgen de la Amargura con la saya que estrenara en el besamanos extraordinario del 8 de diciembre con motivo de la bendición del retablo que acoge a las imágenes titulares en la iglesia parroquial.
Mucho público se concentró para ver a la cofradía descender por la angosta calle Amargura. Y como suele ser tradición, el paso de palio desfiló a los sones de la marcha Amarguras, interpretada por la banda de música de Santa María del Alcor, que suma 21 años tras la dolorosa del Miércoles Santo visueño. Tras el Señor Cautivo, la banda de la Merced, que enlazó varias marchas en los saludos a Capilla y Convento. El Señor y la Virgen se encontraron cuando la cofradía subió al Monte Calvario.
El cortejo regresó al completo a la iglesia parroquial en torno a las dos de la madrugada, completando así una nueva estación de penitencia por las calles de El Viso.
