José Ferrero Prieto

“Echa vino, montañés,
Que lo paga Luis de Vargas,
El que a los pobres socorre
Y a los ricos avasalla.
Ve y dile a los a los milicianos
Que la posta este robada
Y vámonos con nuestras novias
Hacia Ecija la llana.
Echa Vino Montañés,
Que lo paga Luis de Vargas”.

Así termina la poesía de Fernando Villalón “Diligencia de Carmona”. Voy a recuperar un lugar y un personaje que tuvieron gran importancia en nuestra historia. Se trata de la ubicación de la Venta y quién era ‘El Montañés’. En el pago de Ronquera, entre la carretera de Tocina (Carril del Aguardiente) y la vereda de Sevilla, colindante con la huerta del Cerro, existe una ruina, que podemos observar en la foto que antecede, de la venta del Montañés. Aunque está enclavada en el término municipal de Carmona, la cercanía a nuestro pueblo y que sus propietarios desde tiempo inmemorial fueron visueños, es por lo que en nuestro pueblo lo tenemos como si fuese nuestro. Pero quién era ‘El Montañés’. Después de consultar escrituras muy antiguas y relatos trasmitidos verbalmente de sus descendientes, lo describo así.

A principios del siglo XIX había una corriente migratoria de gente del Norte hacia Andalucía. Venían a esas tierras a hacer fortuna; y muchos lo conseguían, principalmente se dedicaban al comercio, en el que no se daban muchas trazas los naturales de la región.
Se llamaba el personaje que nos ocupa José Ferrero Prieto. Venía de un pueblo de Zamora llamado Carvajal de la Encomienda. La diligencia de Carmona pasaba por El Viso en sus viajes a Sevilla y allí existía una Venta llamada del Montañés, nombre que se le daban a los que provenían del Norte de España. Allí se instala este joven y allí conoce a la que sería su esposa, una joven visueña llamada Antonia Gómez Conde. En la venta amasó una fortuna, pero debido a los asaltos, a los bandoleros y a la elevada mendicidad, decide traspasarla y se vino a vivir a nuestro pueblo. Se instala en la esquina de la actual calle Maestro Seri, que el vulgo llama callejón de Juan Cierra y anteriormente callejón del Tío Ferrer (apócope del apellido de nuestro personaje). Allí establece una tienda de ultramarinos y útiles para las labores del campo.

En 1860 se transforma en un experto comerciante y buen labrador, siendo elegido Alcalde, eran tiempos difíciles, le tocó ejercer la Alcaldía con Isabel II, Alfonso XII y la I República.
‘El Montañés’ fue un hombre de gran visión comercial, apostaba por instalar negocios en casas que hacen esquinas, así montó varios para sus hijas, como la esquina de la calle Hondilla con la Plaza del Ayuntamiento, que duró hasta el último tercio del siglo XX, otra en la calle Pintor Juan Roldán esquina con calle Rosario y otra en Sevilla, concretamente en la Plaza del Pan.

Muchos de los lectores se preguntarán si existen descendientes de este personaje en nuestro pueblo y qué mejor que hacer un breve árbol genealógico del personaje, teniendo a la vista la escritura de su partición de herencia y las manifestaciones orales que me han ofrecido familiares, bisnietos y tataranietos del mismo.

Fallece José Ferrero Prieto el día 17 de marzo de 1896. Contrajo matrimonio en la Parroquia de Santa María del Alcor el día 6 de agosto de 1848. Dejó viuda y cuatro hijas, llamadas Juana María, Teresa, Agustina y Dolores. Había tenido dos varones que fallecieron siendo muy niños y reconoce en su testamento que su esposa está embarazada, por tanto, tiene una hija póstuma a la que ponen el nombre de María del Rosario.

DESCENDIENTES DE JUANA MARÍA, que nació en el año 1851, contrajo matrimonio con Manuel León Cadenas y tuvieron 5 hijos, Rosario, Manuel, José, Antonia y Juana León Ferrero. Rosario contrajo matrimonio con José Méndez Sánchez, de dicho matrimonio nacieron Carlos, Manuel y Salud Méndez León. Manuel contrajo matrimonio con Juana León, tuvieron una única hija llamada Rosario León León. José León Ferrero contrajo matrimonio con Juana Cordones Escudero, de dicho matrimonio nacieron dos hijos: Juana y Manuel León Cordones. Antonia contrajo matrimonio con Antonio Moreno León, tuvieron cuatro hijos: José, Javier, Juan María y Rosario Moreno León. Y Juana, casada con Ramón Cansino, tuvo tres hijos: Manuel, Pablo y Salud Cansino León.

DESCENDIENTES DE TERESA que nació en 1858 y murió en El Coronil (donde se trasladaron a vivir) en 1936. Se casó con José Jiménez Cordero, de dicho matrimonio nacieron cuatro hijos: José, Carmen, Teresa y Dolores Jiménez Ferrero. Solo se sabe de los hijos que José nació en nuestro pueblo el 2 de junio de 1877 y falleció en Lucena el 16 de Julio de 1956 y que público varios libros.

DESCENDIENTES DE MARÍA DOLORES, nació en 1868, contrajo matrimonio con Juan José Palacios Ruiz y tuvieron tres hijos: Dolores, Antonia y Juan José. Dolores, soltera, casada y viuda en un solo año, contrajo matrimonio con Pedro García, y no tuvo descendencia. Antonia contrajo matrimonio con José Jiménez León. Tuvieron seis hijos; Juan José, José, Maravillas, Jaime, Ricardo y Dolores Jiménez Palacios. Y Juan José, soltero y sin descendencia.

DESCENDIENTES DE AGUSTINA, contrajo matrimonio con José Ferrero Ferrero, comandante de Infantería, familiar de su suegro y tuvieron dos hijos: José y Antonia. José contrae matrimonio con María del Águila Ortiz Guillen, natural de Alcalá de Guadaira, y tuvieron cuatro hijos: Concepción, Antonio, María y José. Los dos primeros, solteros y sin descendencia. María se casó con Pedro Berro Vergara. Solo tuvieron una hija llamada Juana Berro Ferrero. Y José, que contrajo matrimonio con Dolores González, del cual nacieron dos hijos: Manuel y José Ferrero González. María del Rosario, que contrajo matrimonio con Baldomero Bernáldez Corral. De esta unión nacieron dos hijas llamadas Antonia y Salud Bernáldez Ferrero. Y Antonia Ferrero Ferrero, se casó con Juan Tarancón Gallo, de este matrimonio solo tuvieron un hijo llamado Juan-Ramón Tarancón Ferrero.

Escritos consultados, un artículo de mi hermano Diego López Moreno, que publicó en El Correo de Andalucía el día 3 de mayo de 1972 y otro artículo publicado en la Revista de la Santa Cruz de 1999 escrito por mi amiga Antonia Jiménez Cadenas, me han servido de gran utilidad en el presente artículo.

José María López Moreno.