El silo de las Casetas

Inauguración de El Silo de Las Casetas en 1969.

Uno de los elementos del urbanismo visueño que sobresale y que es visible desde muchos puntos y lugares es el enorme silo que hay a la margen derecha conforme bajamos por la carretera de la Vega, justo enfrente del Parque de la Muela.

Un silo que ha tenido durante muchos años un claro objetivo. El Viso fue durante mucho tiempo un pueblo eminentemente agrario, siendo la agricultura la base principal de su economía, economía que se veía influida negativamente por el escaso término municipal. A pesar de ello, eran grandes las cantidades de cosechas que había que almacenar, ya que aparte de las tierras de cultivo existentes en el término, había agricultores locales con tierras en propiedad o alquiler en otros términos cercanos, los cuales traían sus cereales al pueblo para ser almacenados. Circunstancias que hoy se siguen dando aún en muchos casos.

Esto originaba problemas de almacenamiento, debido a la falta de locales adecuados para tal fin, desde principios de los años 40 las autoridades locales intentaron y gestionaron la construcción de almacenes que ofrecieran garantías suficientes para todo el almacenaje. Las cosechas venían almacenándose en la denominada ‘Casa de los pájaros’ en la calle Rosario (hoy capilla del Rosario). También se arrendaban cocheras en Los Corrales y había quien la guardaba en los ‘soberaos’. En épocas de buenas cosechas podían verse sacos en cualquier rincón de las casas. Por tanto, era necesario un lugar adecuado.

En agosto de 1953 se presentó una propuesta para la construcción de un silo o granero municipal. Debido a las situaciones tan graves que en ocasiones se originaban, con los correspondientes perjuicios y trastornos que estos creaban a los agricultores, era necesaria este tipo de construcción para almacenar las cosechas de cereales y leguminosas. Además, el Ayuntamiento ofrecía unos terrenos para su emplazamiento, situados en Cantosales, dadas las condiciones que ofrecía este lugar, tanto por su cercanía al casco urbano como por la corta distancia que había con la carretera general que iba de Madrid a Cádiz.

A partir de este día, comenzarían una serie de actuaciones cerca del Servicio Nacional del Trigo para llevar a cabo la construcción, que se prolongarían durante más de una década. En 1968, el presidente de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, en representación de ésta, formuló una solicitud en la que pedía que le fuera cedida gratuitamente una parcela de Las Casetas, situada al margen izquierdo del camino de la Estación o la Vega, para emplazar el silo. Este señor esgrimía una serie de razones que fundaban su solicitud. Ante la falta de graneros, los agricultores sufrían numerosos perjuicios y dificultades que repercutían en su economía, debido a los gastos que se originaban, tanto de transporte como de posibles pérdidas de cosechas. Esta parcela que pedían constaba de unos mil seiscientos cincuenta metros cuadrados y su emplazamiento era el más idóneo, dado que era lugar de paso obligatorio hacia la Vega y además estaba próximo al casco urbano.

El Ayuntamiento accedió a esta petición, pero fijó unas condiciones para llevar a cabo la cesión. En los terrenos iría un silo con una capacidad mínima de dos millones quinientos mil kilogramos. Las condiciones establecían que la construcción debía hacerse en un plazo de cinco años a partir de la cesión y que el uso de éste debía ser al menos durante treinta años. Si alguna de estas eran incumplidas, la parcela pasaría a ser parte del patrimonio municipal, sin estar obligado el Ayuntamiento a pagar ningún tipo de indemnización. Finalmente, en junio de este año, el Ministerio de la Gobernación daba el visto bueno a la cesión de los terrenos, por lo que el 17 de julio de 1969 se inauguraba el Silo, con la asistencia del Consejero Nacional Luis Hertogs Echemendía.

Baldomero Alba Lara
Presidente de ACAV
Profesor de Geografía e Historia
IES La Campana