La llegada de las Hermanas Trinitarias a El Viso del Alcor

Hermanas Trinitarias.

Como bien es sabido, a principios del siglo XVII se producía la llegada a El Viso del Alcor de frailes pertenecientes a la Orden de la Merced, los mercedarios descalzos, de la mano de doña Beatriz Ramírez de Mendoza, y para lo que se construyó la Iglesia del Corpus Christi y las instalaciones del actual centro cultural del mismo nombre. Estos frailes permanecieron en El Viso hasta su exclaustración fruto del proceso desamortizador del siglo XIX.

Bastantes años después, en 1914, se produjo la llegada de una nueva orden religiosa, las Hermanas Trinitarias. En el mes de enero, y tras varios trámites legales, se concedía a estas religiosas una de las secciones del protectorado de la infancia de la provincia de Sevilla, fundando en El Viso el Asilo de la Santísima Trinidad (en el registro de Asociaciones del antiguo Gobierno Civil, encontramos registrada la orden religiosa de las Hermanas Trinitarias de El Viso con fecha 18 de noviembre de 1913, con el objetivo de corregir la actitud de “… jóvenes extraviadas.”). Este mes se inauguraba en el antiguo Palacio, propiedad ahora del Duque de Denia y Tarifa, la nueva casa trinitaria, y que había sido cedida y restaurada por el mismo propietario.

A la inauguración asistió el Cardenal Arzobispo de Sevilla, presidiendo la función religiosa celebrada en la Iglesia conventual del Corpus Christi. Antes de llegar al pueblo fue recibido por el párroco, el alcalde y los tenientes de alcalde. A la misma entrada de la localidad lo esperaban los demás concejales y un maestro de enseñanza, “…Con alegre repique de campanas y entre los entusiastas vivas de la muchedumbre fue recibido en el Viso…” (así se recoge en el “Boletín de los talleres y Asilo de la Sma. Trinidad”, en su número 134 de febrero de 1914, y que se conserva en el Archivo parroquial de Santa María del Alcor).

Al llegar a la iglesia, ésta estaba completamente ocupada por el vecindario, movidos por el deseo de conocer al Cardenal “… y besar su anillo pastoral…”. La misa fue oficiada por el párroco de El Viso, “…cantada de modo magistral por las mismas Hermanas y ocupó la cátedra sagrada el señor doctoral de la Catedral de Sevilla, el doctor don José Moreno Maldonado…”, quien pronunció un sermón referido al tema “El Hijo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros”, relacionándolo tanto con el nombre del templo como con la nueva casa trinitaria, enalteciendo la misión de las Trinitarias para “…recoger y moralizar esas pobres almas que seducidas por las pasiones y engañadas por el falso brillo de los goces del mundo, perdido el inestimable tesoro de la inocencia, son despreciadas del mismo mundo que las hizo caer…”.

El Cardenal recalcó la importancia de esta nueva fundación, “…manantial de bienhechora influencia en la juventud, tan necesitada en estos tiempos de buenas enseñanzas y saludables ejemplos de virtud…” (aquí tenemos la explicación del por qué se inscribe esta orden en el registro de asociaciones con el objetivo de corregir jóvenes extraviadas). Además, agradeció al Duque de Tarifa la donación efectuada con las Trinitarias, prometiendo volver a visitar la localidad en un plazo corto de tiempo para hacer la Santa Visita Pastoral.

Tras el término del acto religioso, recibió a las autoridades, hermandades y algunos fieles, a los que instó a promover los valores religiosos y morales en la Villa. Después de descansar un poco, se marchó del mismo modo en el que llegó. Como las mismas Hermanas Trinitarias mencionaban, su misión era hacer de las jóvenes mujeres laboriosas, inclinadas a la virtud y al trabajo, es decir, mujeres de provecho. Poco tiempo permanecieron en El Viso las Hermanas Trinitarias, hasta el año 1926, años en los que tuvieron una buena acogida por parte del pueblo.

Baldomero Alba Lara
Presidente de ACAV
Profesor de Geografía e Historia IES Munigua