La residencia de mayores abre sus puertas a La Voz de El Viso (II): “Les llevamos en nuestros corazones”

La Voz de El Viso comparte con sus lectores la segunda parte de la entrevista que ha mantenido con Marifé Molina, directora de la residencia de mayores San Pedro Nolasco, una vez que el centro ha recuperado la calificación de residencia libre de Covid-19. Así continuó la conversación.

¿Ha llegado a pasar miedo?
En el trabajo no siento miedo. Además, si la directora tiene miedo, ¿qué seguridad puedo transmitir a mi equipo? Sentimos miedo ante lo desconocido. Así que el mejor antídoto contra el miedo al coronavirus era y es el conocimiento. Aprender de fuentes oficiales y seguras que conocen y estudian este virus.

¿Algo que en estos días en la residencia provocara una sonrisa o una sensación de alegría y felicidad pese a estos momentos difíciles?
Una de las capacidades del ser humano que más me fascina es la sonrisa. Refleja salud, bienestar, incluso inteligencia. Hay que procurar sonreír y reír a diario aunque sea un poquito. Hay quien dice que “un día sin risas es un día perdido”. También hay que sumarle que somos andaluzas y se nos atribuye la capacidad de reírnos de nosotras mismas. Nos hemos reído mucho de nosotras mismas, de nuestras pintas con los Epis, de nuestro cansancio… Y bueno, me preguntas por situaciones de alegría plena: los resultados negativos en los test, y sobre todo, los días que han regresado los residentes tras superar el virus. Esos días han sido de plena felicidad.

¿Cómo lo ha vivido el personal que diriges? ¿Cómo les ha afectado a todos ellos?
Entiendo que esta pregunta debe ser contestada por ellas, por las auxiliares, las limpiadoras, las cocineras y el equipo técnico al completo. Te puedo decir que hemos trabajado como un verdadero equipo, sobre todo, las primeras semanas con tanta carga de trabajo y tensión. Creo que todas hemos tenido esa sensación de vértigo, de salto al vacío. No obstante, todas han hecho un esfuerzo enorme para arrimar el hombro. Les estoy muy agradecida a todas por este esfuerzo, por su disposición y su implicación. Tras los primeros contagios en residentes llegaron las primeras cuarentenas de trabajadoras y debo decir que la experiencia de trabajar con auxiliares eventuales ha sido muy positiva. Mujeres que podían haberse negado a venir o haber incurrido en una falta de implicación, han trabajado desde el compromiso y la responsabilidad. Pienso en ellas y me emociono.

Y a partir de ahora, ¿qué?
Ahora hemos entrado en una fase distinta: libres de coronavirus pero confinados aún y manteniendo muy alto el nivel de seguridad y protección. Esto a veces nos hace cuestionarnos nuestro trabajo. Tenemos interiorizado el modelo de envejecimiento activo que es básicamente estímulo y motivación para prevenir la dependencia. Con el confinamiento ese trabajo contra el envejecimiento hemos tenido que dejarlo en un segundo plano. Ahora nuestro objetivo principal es que no se enfermen por covid-19. El equipo sanitario (enfermeras, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional) dedican su tiempo a mantenerles en buen estado revisando la integridad de su piel, el estado psicomotor y emocional. La trabajadora social manteniendo los lazos con sus familias. Aun así, algunas compañeras se preguntan si lo estamos haciendo bien pues vemos como hacen mella en sus estados físicos y cognitivos la falta de relación social tantos días.

¿Cómo ha sido la actuación con los familiares?
Hemos cuidado mucho la actuación con los familiares desde que se prohibieron las visitas. El día 11 de marzo se creó un grupo de whatsapp para mantenerles informados. He tenido mi móvil disponible las 24 horas al día y lo sigo teniendo para dar o recibir mensajes, hablar, hacer videollamadas. Muchas trabajadoras también lo han hecho y siguen haciendo videollamadas desde sus teléfonos personales. En el grupo de whatsapp hemos gestionado situaciones muy tristes cuando algún residente ha fallecido. Los mensajes de ánimo y pésame como si de una sola familia se tratase. El modo en que se han dado algunas noticias en los medios de comunicación y las redes sociales no han ayudado a mantener el ánimo. A veces, han generado más angustia y desesperanza. Debemos ser cuidadosos con la forma de transmitir información. Vivimos una situación muy delicada.  Me acuerdo mucho de los familiares que han sufrido una pérdida. Les llevamos en nuestros corazones, a ellos y a nuestros residentes fallecidos. Se han marchado para siempre sin darnos la oportunidad de despedirnos cómo nos hubiese gustado. Contamos, gracias a Visovision, con una tablet para que los residentes puedan ver mejor a sus familiares en las videollamadas. Se sigue un orden diario y casi siempre da tiempo de hacer una video llamada diaria a cada familiar. También la Caixa nos ha regalado una Tablet que usamos para ponerles vídeos y juegos.

¿Cree que dejará secuelas esta situación a todos los que día a día os volcáis en la residencia?
Todavía es pronto para hablar de secuelas en la residencia. Aún no sabemos cómo nos va a afectar a nivel de plazas, protocolos de ingreso, visitas, etc. Recuperar la normalidad va a ser difícil, por no decir imposible. Habrá que adaptarse y reinventarse para conjugar prevención por posibles nuevos contagios con cuidado familiar y cercano.

¿Qué le diría, en general, al pueblo de El Viso?
En primer lugar un mensaje de agradecimiento para todos los que nos han ayudado con material de higiene y limpieza, compra y elaboración de Epis, alimentos y productos de sus huertas, granjas, etc. También las llamadas, los mensajes de ánimo, de confianza. Eso ha sido una inyección de energía y fuerza para continuar sin descanso.  Esos amigos que tu no te esperas que se movilicen y te ayuden sin tú pedirlo.  El equipo de gobierno del ayuntamiento que ha estado junto a nosotros en todo momento.  La parroquia y personalmente el párroco, preocupado por el estado de nuestros mayores y trabajadoras. Ofreciendo sus oraciones y su persona para lo que fuese necesario.  Guardia Civil, Policía Local, Protección civil, Bomberos… Visivisión, La Caixa,.. El centro de salud y en especial el enfermero de enlace que ha sido y es nuestro mejor aliado. Pues ha hecho suya nuestra situación y ha confiado en nuestro trabajo desde el principio. Nos hemos sentido muy arropadas. Una vez más tengo que decir que lo que más me gusta de El Viso es su gente. Gente solidaria, con iniciativa, capaz de unirse para ayudar al necesitado. También mantengo la esperanza en la responsabilidad de la gente. Desde que se ha iniciado la desescalada la mejor manera de ayudarnos es manteniendo las medidas fundamentales para seguir luchando contra el covid-19. Sólo así recuperaremos la normalidad. Un nuevo repunte en los casos de contagio significa para nuestros mayores no poder recuperar las visitas de familiares, amigos y voluntarios. Tampoco los juegos y actividades en grupo con los que tanto disfrutaban.  Por eso reitero mi agradecimiento a los visueños y les pido que no nos olviden. Que la recuperación de la cotidianidad nuestras depende mucho de la actitud que mantengamos todos en la calle todos y cada uno de nosotros.  Me siento orgullosa de vivir en este pueblo y salud para todos y todas.